Después de una tarde llena de caos, fotografía, maquillaje, poses y mucho champagne esta fue la editorial que logramos hacer en la tienda/estudio de la marca JUAN STUDIOS - el nombre evolucionó literalmente - para su campaña de fin d…
¿quien no se acuerda de la famosa banda de chicos que volvían locos a todos en el programa That's so Raven de Disney Boyz N Motion?. Siguiendo la misma línea del auge de las bandas de chicos, decidímos juntarnos a crear una edit…
¿quien no se acuerda de la famosa banda de chicos que volvían locos a todos en el programa That's so Raven de Disney Boyz N Motion?. Siguiendo la misma línea del auge de las bandas de chicos, decidímos juntarnos a crear una editorial con lo que yo creo que son los chicos más influenciadores de moda masculina el año pasado en Colombia. Chicos que no solo los siguen miles de personas sino que también han trabajado en promover, empoderar y trabajar hombro a hombro en el complicado mundo del Menswear.
Fabian Arboleda, Ricardo Cifuentes, Camilo Pardo y yo, Nelson Rueda, optamos por simplemente hacer fotos con gran contenido editorial, de la forma mas natural, con nuestras risas mas reales y lograr al tiempo fusionar nuestros diferentes estilos. Los dejo entonces, con todas las fotos de la editorial tomadas por el gran Julian Carvajal y la edición de Jose Cantillo en el concurrido bar de la ciudad, FLOYD.
Blazer: Orozco Clothing
Camisa: Juan Studios
Zapatos: Castañer
Bata dorada: Argumedo
Chaleco y Jean: Orozco Clothing
Chaqueta: Orozco Clothing
Sweater: Juan Studios
Zapatos: Doctor Martens
Traje: Express
Tapado verde: Juan Studios
Zapatos: Y3
Por Jose Cantillo Ferrer - @Josecantillof - Daily Mail, 1969 A través de varios apartados realizados con anterioridad en este espacio, hemos observado -y posteriormente descifrado- ciertos momentos determinantes que han logrado sell…
Por Jose Cantillo Ferrer - @Josecantillof- ![]() |
Daily Mail, 1969 |
A través de varios apartados realizados con anterioridad en este espacio, hemos observado -y posteriormente descifrado- ciertos momentos determinantes que han logrado sellar con firmeza diferentes épocas en la historia de lo visual y lo tangible. Ese interés personal por algún tiempo pasado nos ha conducido a obsesionarnos minuciosamente en los detalles que marcaron las décadas de 1980 y 1990. Pero recientemente (y por influencias de la moda) hemos encontrado cierta atracción en el decenio de los setentas, y en él, una forma de expresión que no impone, sino que a través de varios sucesos, se transforma no solo en la vestimenta, sino en diferentes materias, disciplinas y comportamientos. Es por eso que escribimos sobre los 70, una década que respiró una metamorfosis cultural que llevaba consigo aires de libertad y rebeldía, y que hoy por hoy renace nuevamente en la moda, de la mano de la amnesia producida por la inmediatez y lo efímero.
La luminosa década de los setenta se vio marcada por un sinfín de acontecimientos. Empezó a vislumbrarse como un periodo lleno de una cantidad de “primeras cosas”, pero también estuvo sacudida por la oscuridad y el auge de la guerra. En diferentes partes del mundo se empezaron a instaurar diferentes grupos terroristas, lo que trajo consigo una oleada de cambios políticos y sociales. Aquel conflicto engendró consigo un movimiento global encabezado por activistas que clamaban a todo pulmón por una sola causa: la paz mundial.
Ese anhelo y aullido colectivo de paz contaba con grandes voceros que parecían más dioses que mortales, entre ellos, uno de los más distintivos: el legendario John Lennon, que con canciones como “Give peace a chance” e “Imagine” hacía un llamado a la reconciliación a su propia forma. Así fue como la música nos demostró una vez más que posee la virtud y el poder de influenciar masas, en temas que no solo son de su índole, sino con cualquier objetivo que se traza, como el de la moda y el arte.
Aquel clamor de paz y todas las exclamaciones posibles que exigían reconciliación habían influenciado sin querer la industria de la moda a finales de los sesenta y a comienzos de los setenta, y se vio firmemente distinguida por piezas que en su momento hablaban de la liberación femenina y que mucho tenían que ver con la revolución sexual. Desde aquel ciclo había algo determinado, y es que las cosas no serían como antes.
La primera mitad del decenio de 1970 contemplaba el brote de las estampaciones florales, la onda hippie invadía las calles y finalmente se habían convertido en un imperioso símbolo de paz. Consigo llegó un sinfín de objetos y costumbres que al día de hoy siguen evocando la moda ostentosa de aquellos días, entre ellos la mini falda, los tonos fuertes y arriesgados, los peinados ricos en volumen y el maquillaje lleno de colorido astral, todo al mejor estilo de ABBA, quienes en aquel entonces se alzaban como dueños y señores de una oleada de brillo, excentricidad y de una estética que hoy por hoy aún es evocada por distintos artistas que evidencian el aporte inmarcesible de la banda sueca a la industria de la moda. Pero fue una prenda en singular la que revolucionó la forma en que las mujeres tomaban un papel importante en su expresión de lucha por la liberación y lo llevaban como el estandarte de la misma: el pantalón.
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Ya en la segunda mitad de la década, la moda empezó a tornarse un tanto agresiva al punto de llegar a definirse a sí misma como rebelde y portentosa. La metamorfosis que vivió la música de aquel entonces, junto con la solemne aparición de nuevos ritmos como el punk, el heavy metal y el glam rock –que terminaron siendo meros atavismos del rock- engendraron consigo una nueva forma de expresión, un flameante temple y unos pensamientos tan transformados como si de una catarsis emotiva se tratara.
Aquel cambio de actitud trajo consigo una variación desmesurada en la vestimenta de aquel entonces. Los gritos de paz fueron vilmente remplazados por aullidos de rebeldía y así fue como la cambiante industria de la moda empezó a sentirlo, ya no se trataba de lucir visualmente atractivos, sino de exteriorizar la resistencia civil en contra del agobio social en el que se encontraban. Fue así como la bota de los pantalones pasó de ser campana a desmesuradamente ajustada, como la mini falda se convirtió en un efigie del desafío femenino por sus propios derechos, la chaqueta de cuero un escudo de resistencia y los mensajes en la ropa una irónica forma de manifestar la oposición política
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Extraída de www.elepe.com |
La década de los 70 no solo nos concedió la chaqueta de cuero, los remaches en la ropa, los pantalones ajustados, la mini falda a las mujeres y otro sinfín de elementos prodigios de la época, sino que nos hizo comprender que en aquel entonces no eran las tendencias las que gobernaban, sino que eran los estallidos de situaciones y realidades los verdaderos causantes de los cambios en el actuar y el vestir del gentío perteneciente al periodo en el que la moda no solo se liberó, sino que se transformó para siempre.
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Se realizó la presentación del calendario 2017 de la aerolínea Viva Colombia con el que buscan ayudar a las mujeres que padecen cáncer de seno. Comprometidos con la inclusión y fieles a sus políticas de Responsabilidad Social, VivaC…
Se realizó la presentación del calendario 2017 de la aerolínea Viva Colombia con el que buscan ayudar a las mujeres que padecen cáncer de seno.
Comprometidos con la inclusión y fieles a sus políticas de Responsabilidad Social, VivaColombia lanza su Calendario VivaColombia 2017 para seguir contribuyendo a los programas liderados por las Fundaciones Modo Rosa y Fundayama, que apoyan gratuitamente a mujeres y hombres diagnosticados con cáncer de mama.
Es la primera vez que VivaColombia repite la organización sin ánimo de lucro elegida, ya que en 2015 la donación también fue para Fundayama. Una decisión que corresponde al compromiso de la aerolínea por contribuir decididamente en la prevención y detección oportuna, ya que según la Sociedad Argentina de Mastología 1 de cada 8 mujeres tendrá la enfermedad en algún momento de su vida.
Tomarnos la concurrida avenida séptima con 72 con los sofisticados diseños de las dos últimas colecciones de la diseñadora Barranquillera Daniella Batlle , Balletto y la mar, y accesorios de la increible Daniela Salcedo fue literalm…
Tomarnos la concurrida avenida séptima con 72 con los sofisticados diseños de las dos últimas colecciones de la diseñadora Barranquillera Daniella Batlle, Balletto y la mar, y accesorios de la increible Daniela Salcedo fue literalmente hacer un verdadero streetstyle. Y no estoy hablando de esta nueva oleada de tomarnos fotos en paredes coloridas o caminando en frente de un restaurante "Instagrameable" donde la ropa no dice nada, me refiero a cruzar calles concurridas de peatones, a reaccionar crudamente y por supuesto evitar ser atropellados por autos. Maria Jose Martinez, Stephanie Link y yo decidimos tomar piezas que se ajustaban a nuestro estilo y "caminarlas" incansablemente por las concurridas calles de la capital.
Lo hermoso de hacer streetstyle es cuando la ropa conversa entre ella, dónde cada acción es auténtica, desde agarrarnos las manos para cruzar la calle, de asustarnos cuando los autos pitaban fuertemente, hasta dónde respondíamos groseramente a los comentarios soeces. Es por eso que decidimos hacer estas fotos y que ustedes pudiesen notar que cada acción fue realmente genuina, que cada pieza nos representaba de pies a cabeza y que no llevábamos las piezas a un espectáculo circense en las calles bogotanas. ¿De dónde más sacarían inspiración los diseñadores sino es del estilo callejero?
Agradecimientos al gran fotógrafo Andy Grau.
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